Entrevista a Claudia Gómez
En esta ocasión publicamos la entrevista realizada durante la cena del segundo aniversario de la peña madridista “Vikingos Fans” a un personaje entrañable, que nos contó grandes historias sobre uno de los mitos del madridismo. Se trata de Claudia Gómez, la hermana de nuestro eterno Juanito. Esperemos que disfrutéis con la entrevista.
CLAUDIA GÓMEZ: “MI JUANITO LLEVABA EL REAL MADRID EN LA SANGRE“
Gran Familia Úbeda (GFU): Hola, buenas noches. Te llamas Claudia. Claudia ¿me dices algo más de tu nombre?
Claudia Gómez (CG): Gómez González.
GFU: Y ¿de qué nos suenan esos apellidos?
CG: Te suenan a uno que fue muy grande como persona, que fue muy grande en Real Madrid y que aún lo sigue siendo. Para mí ha sido lo mejor del mundo. Y, hoy en día, después de 27 años, en el minuto 7, se sigue recordando a Juan Gómez “Juanito”.
GFU: Y mientras siga en nuestra memoria va a seguir siendo igual de grande.
CG: Yo pienso que hay gente que ahora quiere quitar lo del minuto 7 pero creo que eso no se lo van a conceder.
GFU: Y antes de que llegara a ese número 7, Juan corría por Los Boliches, en su Fuengirola. Los que veraneábamos por allí pensábamos que nos lo podíamos encontrar en cualquier momento…
CG: Perfectamente, porque mi hermano Juanito era una persona de lo más sencillo y humano del mundo. Somos una familia humilde, trabajadores. Mi padre tenía un chiringuito en la playa y en Fuengirola era muy querido por todo el mundo.
GFU: De hecho la dimensión de Juanito como persona no era incomparable y la elevó a nivel de mito por ese accidente. Pero, si eso no hubiera pasado aquella noche volviendo de ver en la Copa de Europa a su querido Real Madrid, seguramente estaríamos hablando de un personaje todavía más importante de la historia del Madrid.
CG: Por supuesto. Estaríamos hablando, en primer lugar, de un entrenador del Real Madrid, de eso estoy cien por cien segura. Lo segundo es que el Madrid no habría pasado por muchas cosas por las que ha pasado con algunos entrenadores. Por ejemplo, él habría echado a la mitad de los jugadores o lo habrían echado a él. Y en tercer lugar, él podría haber tenido mucho dinero ahora ya que, en su día, estando en el Madrid repartió mucho. No diré que abusaban de él, lo que si es cierto es que tenía un corazón que lo daba todo.
GFU: Yo solamente he visto un ejemplo parecido y fue cuando Camacho dejó al Madrid plantado después de dos jornadas de Liga. Me recordó a Juanito.
CG: Mi hermano lo hubiera hecho exactamente igual, pero antes habría puesto las cosas más claras.
GFU: Antes de llegar a todo eso ¿qué hacía un muchacho de Fuengirola en Burgos?
CG: Fíjate lo que le pasó. Mi Juanito empezó en el Atlético Madrid. Juanito llegó a Madrid con 14 años y vivía en una pensión con otros chicos que estaban en el Getafe. La dueña se llamaba Pura y quería muchísimo a mi Juanito. Cuando mi madre vio dónde vivía se quería morir. Estuvo en Tercera en el Atlético Madrid y allí se hizo amigo de Eugenio Leal. Después tuvo una lesión de tibia y peroné. Esas lesiones en esa época no se recuperaban tan rápido y el Atlético le dio la baja. Se fue a Málaga porque no lo quería ningún club. Él se ofreció al Málaga y tampoco lo quisieron porque Helenio Herrera decía que era muy bajito, de lo que después se arrepintió.
El alcalde de Fuengirola, don Clemente Díaz, dijo que era un buen futbolista. Como mi padre era albañil y no teníamos los medios para llevarlo a Burgos, don Clemente Díaz el alcalde de Fuengirola puso todo el dinero para que Juanito firmara por el Burgos. Martínez Laredo lo firmó para el Burgos. Cuando nació Juan David, el primer niño de mi Juanito, Martínez Laredo fue su padrino.
GFU: Hace un par de años a nuestra peña vino Paco Buyo y nos contó una anécdota sobre Juanito en la que hizo que Paco Llorente se tirara a una piscina helada en Burgos por 50.000 pesetas y Llorente lo hizo y el pagó. Ese era el carácter de Juanito…
CG: Paco quería muchísimo a mi hermano. Y te digo que mi hermano también se habría tirado, por supuesto.
GFU: ¿Y como fue eso de que el mejor equipo del mundo viniera a buscarlo? ¿Cómo lo vivisteis en la familia?
CG: Mi padre se puso contentísimo. Éramos cinco hermanos, mi Juanito el mayor y yo la más pequeña. Nos llevábamos once años pero nos parecíamos mucho. Nos gustaba la noche y el cachondeo. Pues cuando mi Juanito llegó al Madrid, de un pueblo como Fuengirola donde todo el mundo lo conocía porque mi padre era muy querido, pues fue un boom.
Pero antes de llegar al Madrid lo quiso el Barcelona, que le daba más dinero. Martínez Laredo, que era muy del Real Madrid y llegó a ser directivo, se enteró y se lo ofreció al Madrid. Juanito quería mucho a Martínez Laredo y viceversa, eran compadres. Gracias a eso, Juanito fichó por el Real Madrid.
GFU: Al final uno juega donde quiere y no tiene que ser donde le paguen más…
CG: Exacto. Si hubiera sido por el dinero Juanito no habría estado tanto tiempo en el Madrid, se habría ido antes. Mi Juanito llevaba el Real Madrid en la sangre.
GFU: De hecho, Juanito hace la mayor parte de su carrera en el Real Madrid y con mucho éxito. Cuando llega el momento del declive empieza a aparecer la “Quinta del Buitre” y él no tarda en reconocer que viene gente detrás de él que le va a superar. Muchos madridistas tienen en la mente la imagen de Juanito subiendo a hombros a Butragueño tras marcar un gol. Eso no lo hace ninguna de las estrellas de ahora.
CG: Porque mi Juanito era amigo de sus amigos. Era muy psicólogo, sabía lo que era la vida. Éramos gente de barrio de vivienda protegida. Sabía que detrás de él venía una quinta muy buena como la de Emilio. Con Michel que era bueno a reventar y del que era muy amigo. Él ya tenía su carrera hecha y supo apartarse. Después de 27 años se le recuerda también por la forma de ser que tenía.
GFU: En Andalucía usamos la palabra “desprendío”. Si tenía 10 daba 9 o daba 12 si lo consideraba justo.
CG: Y si no lo tenía, el pedía para dárselo al que lo necesitara.
GFU: También hay parte de leyenda negra, lo que pasa cuando hay dinero y lo que conlleva. Pero eso no llego a afectar mucho su carrera deportiva.
CG: No llego a afectar para nada porque nosotros sabíamos lo que era mi hermano. A la vista está que le ganó un juicio a Núñez, el presidente del Barcelona, porque decía que iba dejando mujeres embarazadas por las esquinas. A Juanito le sentó muy mal porque aunque le gustaba el cachondeo, era muy respetuoso con todas las mujeres, empezando por su madre a la que quería con locura. Juanito le puso una querella, ganó el juicio y Núñez tuvo que pagar 50 millones de pesetas, mucho dinero para la época. Y, ¿qué hizo Juan con ese dinero? Lo donó a los niños con síndrome de Down porque Juanito no lo quería para nada porque venía de una mentira.
También recibió otras multas, por ejemplo cuando toreó con Paquito Fernández Ochoa y Ángel Nieto y tuvo que pagar un millón de pesetas que fue también para esos niños y no se escondió en decirlo.
En resumen, se cuentan muchas cosas, que hizo cosas malas como todo el mundo, por supuesto. Se encontró en Madrid sin apoyo de los suyos. Cuando murió no tenía mucho dinero, pero lo dejó todo arreglado para sus hijos y sus dos mujeres. Hay cosas que son mentira y nos duelen.
GFU: ¿Cómo vivisteis en la familia el pisotón a Matthaus?
CG: Muy muy mal. Mi padre, en ese momento, se quería morir y lo quería matar. Él tenía ese pronto, que yo también tengo, pero luego no somos nadie y nos arrepentimos de momento y de corazón, no somos falsos en ese sentido. Eso le pasó por defender a Chendo.
GFU: El prefería defender más a los demás que a él mismo…
CG: Por supuesto, él pensaba que era capaz de defenderse pero también necesitaba el cariño de los otros. De hecho, la noche en la que le pisó la oreja a Matthaus cuando pudo llamar a su padre, al que siempre le decía “viejo”, ya se mostraba arrepentido. Mi padre le decía “te cojo y te mato” y él decía que estaba muy arrepentido, pero que ya estaba hecho y había que apechugar.
Cuando Juanito dejó el Madrid se fue al Málaga para retirarse. El día de la retirada Curro Romero le cortó la coleta y le regaló un capote a mi hermano. Pues ese capote, mi hermano terminó regalándoselo a Matthaus, al que también le gustaban los toros. Cuando mi hermano falleció tuvieron que cerrar el pabellón de Fuengirola porque ya no cabía más gente. Al único que dejaron entrar fue a Matthaus que vino a ponerle el capote en el ataúd. Eso quiere decir algo. El tiempo pone a cada uno en su sitio, quita y da razones.
GFU: Se acaba su carrera en el Real Madrid dejándolo en buenas manos. Tras retirarse en el Málaga, se pone a entrenar en el Mérida y empieza una carrera de éxitos. ¿Cómo vivís en la familia el hecho de empezar a entrenar un equipo pequeño en el que recogió toda la confianza que le dio el presidente Pepe Fouto?
CG: Yo te voy a contar una anécdota porque yo tengo mi pellizquito con el Málaga donde tuve a mi hijo mayor jugando cinco años. Aunque a Juanito no lo quiso el Málaga en su momento él se retiró allí muy feliz, en su casa. Él quiso seguir dentro del Málaga y sin cobrar un duro pero le dijeron que no.
Él tenía dos representantes, o apoderados como le gustaba decir, pero uno de ellos tenía muy mala fama en Málaga e incluso había estado preso. Pero él decía que todo el mundo tenía derecho a una segunda oportunidad y que las puertas no se le pueden cerrar a nadie. Entonces, Juanito conoció a Fouto a través de él y como era su compadre, por hacerle un favor, mi hermano firmó por el Mérida. Y allí, ya pasó lo que todos sabemos. Por eso tengo yo, una espinita con el Málaga, si se hubiera quedado a lo mejor no habría pasado nada. Nunca fue profeta en su tierra.
GFU: En algunos artículos publicados en la web de nuestra peña se ha hecho alusión al ambiente de compañerismo que había en el vestuario madridista de su época. Como se juntaban tras los entrenamientos para tomar una cerveza, por ejemplo. Algo que ahora es raro de ver, esa naturalidad que rodeaba antes al mundo del fútbol. ¿Habéis visto en el Real Madrid de esta época a algún jugador con el que dijerais “éste es como nuestro Juanito”?
CG: Para mí Arbeloa. Lo veo un muchacho tan humano, tan humilde con tantas cosas del Madrid como tenía mi hermano. De los de ahora, que me perdonen pero no veo a ninguno. Arbeloa si siente el Real Madrid como lo sentía mi hermano.
Claudia con su esposo y cuatro mitos del madridismo: Arbeloa, Roberto Carlos, Raúl y Butragueño
GFU: A Raúl también se le veían cosas que recordaban a Juanito… Orígenes humildes, llegar desde abajo, el número 7…
CG: Escúchame, a Emilio lo quiero con locura, a Raúl lo queremos a reventar, Roberto Carlos también nos encantaba pero, Arbeloa, sin conocerlo, aunque tengo una foto con él en Dubai, me ha demostrado mucho. Y fíjate que se tuvo que ir fuera para demostrar lo que era… Para mí, Arbeloa tiene una cosa muy especial.
GFU: Claudia, está siendo un gustazo realizar esta entrevista pero no quisiéramos terminarla sin que nos contaras alguna anécdota, alguna tontería que no se conozca que nos demuestre como era Juanito.
CG: Pues no sé, hacíamos muchas cosas y nos reíamos mucho con él. Era un tío muy guasón, muy sinvergüenza, pero en el buen sentido de la palabra, como decimos en nuestra tierra.
Teníamos una tía en San Fernando, una hermana de mi padre con 23 niños, nuestros 23 primos. Nosotros íbamos allí con mi Juanito en Navidad, como eran tan pocos pues íbamos más… Un año en los carnavales nos vestimos todos de 101 Dálmatas y él también participó. Además, ganamos el primer premio. Y como esa, muchas más.
GFU: Hoy hemos venido a esta cena madridistas de muchos sitios y con esta entrevista hemos disfrutado mucho acordándonos de tu hermano. De él y de Santillana…
CG: Yo con Santillana, moría. Y con Gordillo para qué te voy a contar. Si te cuento la anécdota del helicóptero con Félix el de “La Dorada”.
GFU: Adelante…
CG: Una vez Camacho, Gordillo, mi hermano y Míchel cogieron la avioneta de Félix Cabeza el compadre de mi Juanito que entonces tenía el restaurante “La Dorada”. En esa avioneta traía el pescado desde Málaga a Madrid. Así que, cuando terminó el entrenamiento se fueron a la Feria de Sevilla. Pasaron allí todo el día y toda la noche y con los gorros se vinieron para el entrenamiento.
O por ejemplo, pararse en mitad de la Castellana y ponerse a torear…. Y si había que pagar una multa pues se pagaba. Mucha parte de ese dinero o de los homenajes iba a parar a asociaciones de Síndrome de Down porque él tenía un primo así y lo quería mucho. E incluso lo decía en la prensa, que iba a pagar una multa porque había estado toreando con Paquito Fernández Ochoa y con Ángel Nieto. ¡Vaya cartel más bueno!
GFU: Muchas gracias, Claudia. Ha sido un gustazo, impagable. Solo puedo terminar diciendo “¡¡¡Illa, illa, illa…
CG: …JUANITO MARAVILLA!!!”
© José Luis Alises Moreno – La Gran Familia Úbeda