Recuerdos mágicos con el Cádiz
Tras unas temporadas de peregrinar por la Segunda División y la Segunda B del fútbol español, el Cádiz C.F. vuelve a este año a la élite del fútbol español. Este simpático equipo (su gente, su afición) me trae a la memoria, como si fueran fogonazos, algunos recuerdos madridistas que con el tiempo se han convertido en icónicos.
Sí, porque cuando era pequeño me chocó ver a un jugador que parecía sacado de las novelas de Emilio Salgari, vistiendo la camiseta del Real Madrid tras pasar por el Cádiz. Me refiero al gran “Sandokán” Juan José que fichaba por el club blanco en la temporada 82-83, cuando todo parecía indicar que ficharía por el Barcelona. Este lateral derecho jugó tres temporadas en el Real Madrid y gracias a su entrega en la banda alcanzaría la internacionalidad en 4 ocasiones. También formaría parte del equipo que conquistaría la primera Copa de la UEFA. Tras perder importancia en el equipo, regresaría a su Cádiz donde jugaría hasta su retirada.
Algunos años después, muchos jóvenes de Úbeda tuvimos la oportunidad de verlo cada verano en el chalet que poseía al lado del campamento que Acción Católica de Úbeda tenía en Chiclana de la Frontera, en la magnífica playa de la Barrosa. Finalmente, en la sede de Úbeda de nuestra peña “La Gran familia” tuvimos la suerte de recibirle hace unos años y con él pasamos unos agradables momentos compartiendo anécdotas de su época en el Real Madrid.
Durante la estancia de Juan José en el Real Madrid se produjo otro de los momentos históricos del madridismo relacionado con el Cádiz: el debut de Emilio Butragueño. Sucedió la tarde del 5 de febrero de 1984. El Real Madrid perdía al descanso por 2-0 y Di Stéfano sustituía al también “novato” Sanchís por el “Buitre”. Solo necesitó quince minutos para recortar la ventaja cadista y Gallego empataba en el minuto 88. Un minuto después, el “Buitre” aprovechaba un rechace de Cedrún tras un disparo de Juanito para culminar la remontada. Debut, doblete y victoria para Butragueño, ¿qué más se puede pedir para un debut?
Se diría que el “Buitre” la tenía tomada con el Cádiz en aquella época. Otro flash que nos viene a la cabeza es ese mítico gol de Butragueño regateando y remontando por la línea de fondo hasta marcar. Ocurrió en un partido de vuelta de Copa del Rey jugado en el Bernabéu en el que el Madrid vencería por 6-1. Es imposible olvidar ese momento mágico en el que Juanito le da el relevo en el Olimpo madridista, subiéndolo a hombros como si fuera su amigo Curro Romero. Incluso jugadores rivales se acercaron a felicitarlo tras el gol. Uno de los que mostró su caballerosidad fue Juan José, que ya había vuelto al Cádiz.
En los mágicos años de las cinco ligas consecutivas se produjo otro de esos momentos que se quedan grabados a fuego en el cerebro. El Cádiz visitaba el Bernabéu y salía derrotado por 4-1; corría la temporada 89-90, la liga del récord de los 107 goles. El partido llegaba a su fin y Paco Llorente caía derribado en el vértice del área cuando se marchaba hacia la portería rival. Hugo Sánchez pidió el balón y, tras el pitido del árbitro, conectó un potente zurdazo con el exterior que salvó la barrera y se alojó en la escuadra del primer palo. Golazo, no hay otra palabra que lo defina mejor.
Vídeo resumen del partido, gol en el minuto 7’40
Una de las últimas alegrías que los madridistas disfrutamos con el Cádiz como rival fue en una temporada en la que el equipo andaluz regresaba a Primera División. Comenzaba la temporada 2005-2006 con la visita del Real Madrid al Ramón de Carranza. Mediada la segunda parte, se producía el debut de un joven brasileño que en apenas media hora de juego, con velocidad y regates vertiginosos, devolvía la esperanza al madridismo. Ese joven era Robinho. Gracias a su juego, el Real Madrid cambió el ritmo del partido y se llevó la victoria por 1-2 con gol de Raúl en los minutos finales.
Robinho, sin embargo, no acabó de convertirse en un jugador con regularidad en su juego. Lo que prometía ser una gran carrera de blanco terminó con el fichaje por el Manchester City tres años después. Pero también es justo decir que su labor fue importante en la consecución de dos títulos de liga consecutivos a las órdenes de Fabio Capello y Bernd Schuster, con los que asumió el rol de revulsivo y cuyos goles sirvieron en bastantes ocasiones para que el equipo blanco se hiciera con el triunfo.
Esperemos que este sábado, en el Alfredo Di Stéfano, se produzca alguno de esos momentos mágicos que se han producido contra el Cádiz y que su recuerdo perdure en la memoria madridista.
© José Luis Alises Moreno – La Gran Familia Úbeda