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De remontada en remontada hasta París

Este miércoles los madridistas tenemos una nueva cita con la historia, la tercera en poco más de un mes. Y es que el Real Madrid afronta uno de esos partidos que le motivan de una manera muy especial: remontar el marcador en un partido de Champions.

Tras la derrota por 4-3 en el Etihad hace una semana, nuestro Real Madrid quiere volver a hacer vibrar a la afición igual que ante el PSG o el Chelsea. Quiere hacernos vivir otra noche inolvidable y quiere llevarnos a París el próximo 28 de mayo.

El Manchester City llega al partido luchando por el título de la Premier, mostrando buenas sensaciones y haciendo un buen fútbol que, de momento, no le da para superar al Liverpool. Un club financiado por el todopoderoso petrodólar árabe y los jugosos contratos televisivos de las televisiones británicas frente al club más prestigioso del mundo al que los mejores quieren venir incluso perdiendo dinero. El prestigio es el prestigio.

Pero si hay algún equipo en el planeta fútbol capaz de realizar esa hazaña por tercera vez es el Real Madrid. Incluso el ínclito Guardiola así lo ha manifestado (de nuevo, la piel de cordero del “puto amo”).

De hecho, en la temporada 2012-2013 el Madrid remontó el 1-2 marcado por Kolarov en el minuto 85 en el partido de la fase de grupos de la Champions. En los minutos finales del partido, el corazón blanco se impuso con los goles de Benzema (vuélvelo a hacer, Karim) y Cristiano Ronaldo. Podéis ver los goles en el enlace siguiente.

https://www.youtube.com/watch?v=JqqM7GSafXY

Y es que hay razones para creer. Si el Real Madrid sale enchufado desde el primer minuto sin infravalorar a los ingleses, no deben marcarnos los goles que nos hicieron al comienzo de cada periodo en Manchester. A ello debe contribuir la vuelta de Casemiro, ausente en la ida, que equilibra el centro del campo y la defensa. En segundo lugar,  hay que buscar sus debilidades defensivas (hicimos 3 goles en la ida pese a su dominio), que las tiene, y maximizar nuestro caudal ofensivo buscando al mejor Benzema, aprovechando su estelar momento (aroma a Balón de Oro). Y así, con la contundencia defensiva de Militao, la sobriedad de Casemiro, el control de Kroos, el vértigo de Vinicius, y el juego entre líneas de del prestidigitador Modric el barco tiene que llegar a buen puerto.

Nos encontramos ante el último número en la pista central del circo. En el más difícil todavía, pero en nuestro estadio y con el aliento de la afición merengue. Nos encontramos ante otra final, la tercera en este año y el Real Madrid gana las finales. ¡¡¡HALA MADRID!!!