30 aniversario de la Recopa de Europa: Petrovic anota 62 puntos
En el verano de 1988, Drazen Petrovic, el archienemigo del Real Madrid que paseaba su calidad y dominio por Europa con la Cibona de Zagreb, ficha por el Real Madrid de Ramón Mendoza. Su genialidad y su carácter ultracompetitivo y polémico enamoraban y levantaban odios al mismo tiempo. Sin embargo, en el poco tiempo que estuvo en la entidad blanca, no dejó a nadie indiferente.
Un día como hoy de hace 30 años, el 14 de marzo de 1989, el continente asistió en el Pabellón de la Paz y de la Amistad del Pireo de Atenas, a una de las finales más recordadas del baloncesto europeo. Se enfrentaba el Real Madrid y el Snaidero de Caserta, con la Recopa de Europa en juego. Lideraban los dos equipos, dos de los mejores jugadores del viejo continente: Drazen Petrovic y el brasileño Óscar Schmidt. Nunca di por mejor empleado el haber faltado ese día a clase de francés.
Aquella final fue el momento más recordado del efímero paso de Drazen Petrovic por el Real Madrid (junto con el triunfo en la Copa del Rey de 1989). El “Genio de Sibenik” lideraría a los blancos a conquistar la Recopa tras 45 minutos de auténtica orgía anotadora. El conjunto español acabaría venciendo al Snaidero por 117-113 con nada menos que 62 puntos anotados por el croata en una serie de 12 de 14 canastas de 2 puntos (no falló ningún lanzamiento de este tipo ni en la segunda parte ni en la prórroga), 8 de 16 canastas triples y 14 de 16 tiros libres. En el conjunto italiano no se quedó atrás Óscar Schmidt, que acabaría el partido con 44 puntos, bien secundado por Ferdinando Gentile (34 puntos), padre de Alessandro, que ahora milita en el Estudiantes.
Penetración de Gentile ante la oposición de Petrovic
El partido comenzó con tres triples de Chechu Biriukov a los que daba réplica un Gentile que contaba con solo 21 años. Las estrellas, Drazen y Oscar parecían haberse quedado en el vestuario. Tomó el relevo en la anotación Johnny Rogers, casi infalible desde el perímetro (tres de sus lanzamientos no fueron triples por pisar apenas la línea de 6’25 en aquella época). Johnny Rogers era muy querido en el vestuario y el hecho de que el Real Madrid quisiera contratar al croata Vrankovic, suponía su salida al final de temporada y eso enrareció el clima en la plantilla madridista.
Óscar Schmidt, Fernando Martín y Johnny Rogers
Al terminar la primera parte (entonces se jugaban dos tiempos de 20 minutos), a pesar del acierto madridista en el lanzamiento, el conjunto blanco solo ganaba por tres puntos, debido a la gran cantidad de rebotes ofensivos capturados por jugadores como el búlgaro Glouchkov o Dell’Agnello.
Petrovic y Oscar Schmidt aceleraron su ritmo anotador en la segunda parte, Cargol no podía frenar al brasileño tras las tres faltas personales de Rogers. Petrovic monopolizaba el balón en los rápidos ataques madridistas, lo que causaba el enfado de Fernando Martín que no recibía el balón en claros contraataques.
Petrovic lanza de 3
El Snaidero pone una defensa en zona que se le atraganta al Real Madrid, como le había pasado unos días antes en Liga en la sonrojante derrota en el Palacio de los Deportes ante el Joventut. Lolo Sáinz saca a la pista a Romay que da un plus a la defensa blanca y el Madrid consigue irse un poco en el marcador con Biriukov ayudando a Petrovic en la anotación. Fernando Martín, no estaba acertado en el tiro (falla dos suspensiones en teoría fáciles), después se supo que ese día jugó en secreto con un pulgar fracturado, todo pundonor.
Las penetraciones de Petrovic eran acompañadas de faltas con tiro libre adicional, algunas de ellas muy protestadas por los italianos, debido al exceso de gesticulación del croata. Un robo de balón de Óscar a Petrovic en el medio del campo es sancionado por los árbitros. Los italianos los calificarían de sinvergüenzas.
Aquí aparece la polémica de la supuesta ‘bula’ que Aíto García Reneses atribuía a Petrovic: “Tiene bula arbitral y hay que buscar soluciones” decía el entrenador del F.C. Barcelona cuando perdió su primer partido en el Palau de la temporada contra el Real Madrid. Quizás lo dijo debido al enfado por ir ganando instantes antes 98-94 y que Petrovic les endosó 7 puntos consecutivos; el caso es que la frase quedó para la historia. El genio de Sibenik le replicaría cuando volvieron a ganar una semana después, otra vez en el Palau Blaugrana en liga (Audie Norris, por lesión, no disputó ninguno de los dos encuentros): en el túnel de vestuarios le soltó a Aíto un “¿dónde se puede comprar la bula para meter los triples de la segunda parte?”. Llevaban 5 victorias consecutivas sobre su eterno rival.
Última jugada del tiempo reglamentario. El Real Madrid vence por 102-99. El Real Madrid sabe que buscarán un triple para Óscar y advierten a Cargol de ello. Aún, así, el brasileño empata el partido. Falta poco tiempo y Petrovic pierde el balón en una penetración, el balón llega a Gentile que cuando inicia el lanzamiento es empujado por Biriukov. Los árbitros pitan falta pero luego rectifican diciendo que el tiempo se había cumplido. El partido se va a la prórroga.
Oscar anota un triple
La prórroga empieza con un triple de Petrovic y dos canastas importantísimas de Fernando Martín. Óscar había cometido su quinta falta y estaba en el banquillo. Pero Gentile mete dos triples, uno de ellos a lo Stephen Curry (desde 9 metros) para apretar el partido. Sin embargo, Petrovic decide terminar con el partido con sus típicas penetraciones con frenazo y tiro en suspensión a media distancia. Era el momento de que el capitán, Fernando Romay, alzara el trofeo de la Recopa para el Real Madrid.
El Real Madrid celebra la Recopa
La maravillosa actuación de Drazen Petrovic levantaría ampollas dentro del seno del Real Madrid. El croata acaparó todo el juego como si de la Cibona de Zagreb se tratara, algo que no gustó del todo en el vestuario blanco, donde las arrolladoras personalidades de jugadores como Fernando Martín no aceptaban semejante “egoísmo”. De hecho, en el viaje de vuelta, Mendoza agasajaba a Petrovic con champán por una parte, mientras que Fernando Martín y otros jugadores observaban la situación con recelo.
Las cinco victorias sobre el Barcelona, este partido y la Copa del Rey supusieron el punto culminante del corto periplo de Petrovic en el Real Madrid. La NBA, atenta ya a Europa, fijaría su mirada en el genio de Sibenik que ficharía por los Portland Trail Blazers. Tras un paso decepcionante por la franquicia de Oregon, fichó por los New Jersey Nets donde se pudo apreciar todo su talento. En su mejor momento, tras haber quedado subcampeón olímpico con Croacia frente al Dream Team en los juegos Olímpicos de Barcelona, perdería la vida en una autopista alemana en un accidente de tráfico cuando viajaba con su novia al volante. La mala suerte, su novia resultó herida leve, hizo que perdiera la vida el 7 de junio de 1993.
© José Luis Alises Moreno – La Gran Familia Úbeda